viernes, 24 de febrero de 2012

Caminando entre Neanderthales

Los Neandertales están vivos y caminan entre nosotros. Es la única explicación que se me ocurre en esta involución del pensamiento hasta los niveles más primitivos. Como, al parecer, también han descubierto las virtudes del lenguaje articulado; han cambiado sus trancas y garrotas y sus hachas de piedra por la palabra adoctrinamiento que esgrimen a cada modificación de su medio tradicional y ante cualquier innovación proveniente del exterior del clan.

Ahora, le ha tocado el turno a la educación sexual en la Secundaria. Han obtenido de la Comunidad de Madrid un nuevo triunfo que arrincona más las manifestaciones de vida inteligente en nuestras Españas. Desde ayer mismo,  los Neandertales han conseguido que se requiera un permiso paterno para proporcionar a las jóvenes crías, Neandertales o no, conocimientos indispensables sobre salud reproductiva, afectividad y prevención de la salud sexual.

El programa se extiende también sobre las virtudes del uso del preservativo y la propagación del SIDA pero esta circunstancia no ha evitado que los Neandertales, acompañados por otros Neandertales, impidan esta forma de prevención benéfica sobre los adolescentes que, pese a quién pese, se inician a las virtudes y peligros del sexo a una edad cada vez más temprana.

Pero, ¿qué importan los posibles beneficios a un Neanderthal?. Nada.Lo suyo son los chamanes, los cánticos guerreros de clan, la cachiporra con la que perseguir hembras o enemigos y la utilización de un nuevo vocablo al parecer mágico: ¡Adoctrinamiento!. Y lo esgrimen con frecuencia testaruda, entre adoración de rayos y centellas, carroñeo de presas que se pongan a tiro y la búsqueda de piedras incandescentes caídas del cielo u objetos brillantes para dirigirlas plegarias guturales y estrafalarias.

Podríamos ensayar y reiterar argumentos comprensibles, bajar el nivel de las argumentaciones con la esperanza de ir convirtiéndolos poco a poco a los esquemas habituales de la convivencia ciudadana del siglo XXI. Habría que empezar por enseñarles el uso del fuego, y visto lo que los homo sapiens hicieron con él a lo largo de la historia: desde quemar ciudades a ristras de herejes sambenitados, quizás sea una mala idea. ¿Se os ocurre algo?.


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