viernes, 22 de febrero de 2019

Pleno sobre la Universidad Rey Juan Carlos: la mejor tertulia de Sálvame


Ayer la tertulia de Sálvame de Luxe al completo se reunió en el Pleno Municipal de Aranjuez y dio juego y espectáculo. No defraudó. Ofreció lo mejor de su cosecha en un debate torvo, tumultuario y faltón con un guión redactado para oponerse en forma y con urgencia a la extinción de grados y traslado de cursos de la Universidad Rey Juan Carlos en su campus local, y solicitar en un comunicado ‘enérgico’ que, por favor, no la extingan del todo. Latía, en el fondo, el impulso de toda tertulia: hablar de si misma con las peores formas posibles, con el peor lenguaje posible, con las actitudes más tabernarias. A los representantes de los alumnos no les debió pillar de improviso. “Se tiran los trastos a la cabeza pero no sé va a hacer nada” decían algunos.

Fueron el Mac Guffin que distrae la atención del espectador. Aquello que puede cambiarse para que nada cambie. Lo que desvió la atención de que lo verdaderamente importante  son los alumnos y la URJC y su plan tramposo que aceptan de facto los tertulianos en el comunicado final. Lo sustancial es la trama por debajo. Lo  revela lo inadecuado del lenguaje y lo irrespetuoso de las actitudes. Y esta no es otra  que la toma de posiciones ante próximas convocatorias electorales más la búsqueda del apoyo de electores ya convencidos. Todo lo demás daba igual. Lo importante era preservar el estatus quo actual.

Ni siquiera era convincente la urgencia acuciante de la moción. La presencia de la Universidad Rey Juan Carlos enAranjuez es crítica y data de, al menos, 2014. Pilar Quintana, entonces concejala de ACIPA, señaló la fuga de los cursos de verano que sucederían bajo el mandato municipal del Partido Popular. Se gestaba entonces la denuncia de los másteres falsos en Derecho Público y los exámenes tan falsos como el trabajo fin de master de Cristina Cifuentes. Dio igual y Pilar Quintana recibió serias andanadas artilleras de calibre grueso. La larga historia se ha desarrollado  durante 5 años sin obtener la más mínima atención de los tertulianos municipales. Solo se ha tomado en cuenta después que una multitud de alumnos ha recorrido las calles de Aranjuez reclamando atención, ha promovido huelgas estudiantiles y encierros en vez de estar atentas y calladita escuchando la tertulia.

Quizá ya no haya remedio a la extinción de grados, que suponen la huida inmediata de la URJC de Aranjuez, y la muerte por inanición de la marca Aranjuez Ciudad Universitaria. Otra oportunidad perdida, otro tren que se larga. Otro golpetazo más a la economía local en una ciudad con la línea de  municipio fallido en el horizonte. No puedo evitar negar que una ciudad tenga los representantes que se merece pero si afirmar que los representantes de Aranjuez no merecen su ciudad. Y, desde luego, una tertulia televisiva bronca, torpe, soez y malencarada más atenta a la telegenia ideológica que a resolver los problemas graves de los ciudadanos, no puede ser la gestora  destinos e intereses comunes.

miércoles, 20 de febrero de 2019

Aranjuez Ciudad Universitaria

 El Ayuntamiento de Aranjuez y sus grupos políticos no han encontrado no ya una palabra y postura común de apoyo al alumnado de la Universidad Rey Juan Carlos sino tan siquiera una sola palabra en las dos semanas que dura el conflicto provocado por la decisión docente de extinguir grados y trasladar grupos a otros campus. Podría suponérseles la voluntad de situarse en segundo plano en tiempos electorales muy difíciles aunque el interés común exige una toma de posición clara ante lo que, en términos objetivos, es un golpe más a la maltrecha economía de la ciudad. A 48 horas de aprobación del plan es injustificable y hay que lamentarlo.

Solo ofrecen un silencio prolongado sobre sus intenciones futuras o la propagación de  argumentos unveraces y eufemismos inventados por la controvertida dirección de la Universidad Rey Juan Carlos que disfraza un plan de extinción de grados como una supuesta remodelación, -como si se pintara el saloncito de casa-, en la que prima la eficiencia económica sobre toda otra consideración. Y esta acción municipal se hace pese a que las informaciones periodísticas y judiciales, las revelaciones de la Comisión de Investigación de la Asamblea de Madrid ponen en solfa la credibilidad de la propaganda ad-hoc difundida para negar u obstaculizar cualquier acción de defensa al alumnado, la protección de sus intereses y la preservación de los derechos ciudadanos vulnerados.
Foto: @ResPublicaURJC, @trece_aranjuez
La Institución Municipal, con su Alcaldía a la cabeza y la concejala de Educación en paradero desconocido, ha elegido emprender una larga marcha hacia el vacío y en dirección opuesta al lugar donde se encuentran los alumnos. En vez de propuestas comunes para armonizar economía local, la eficiencia económica, la calidad de la formación universitaria y los derechos ciudadanos solo ha esbozado propuestas alocadas, tópicas o extraídas de lugares comunes. Son  impropias de administradores de una ciudad que hoy tiene más papeletas para ser un municipio fallido de las que obraban en su poder al inicio del conflicto.

La Mesa de Diálogo o de Coordinación, (según a quién se pregunte) es una  de ellas. A días de la aprobación del plan de extinción de grados solo tiene una existencia fantasmagórica de la que se desconoce todo: Ni quién la compone, ni cuándo se ha creado o se reúne, ni que funciones tendrá ni que propuestas, alternativas o de apoyo ha formulado o que acuerdos ha tomado o tomará.

Otro fantasma resucitado es el nuevo giro de la marca Aranjuez inventada y esgrimida por el Gobierno local. El lema ‘Aranjuez Ciudad Universitaria’ debió estar muy justificada en su momento. Hoy no tiene existencia real, planes, presupuesto, ideas o propuestas sobre cómo diablos se gestiona. No ocupa en el imaginario comunicativo más allá de los 30 caracteres  de la extensión de un mensaje de Twiter, -lugar dónde se dio a conocer- y deja el resto de sus líneas en la inanición absoluta incapaz de ocultar las vergüenzas políticas.

El silencio de los grupos, estos ‘hallazgos’ propagandísticos, y la ausencia de enunciación de cualquier compromiso municipal con  la ciudadanía, por mínimo que fuese, puede originarse en la gran dependencia institucional de las acciones urbanas de la Universidad Rey Juan Carlos emprendidas en Aranjuez; en las luchas intestinas y supramunicipales interesadas en lograr la dirección de la Universidad pública; en la ausencia de planes locales presentes o futuro sobre el desarrollo de Aranjuez  o en la falta de reflexión e interés por y sobre el bienestar ciudadano. Juntos o por separado tendrán consecuencias futuras sobre la ciudad. Diría que, incluso deslegitimadores de la representación política. Pero sin duda exagero: unos malos mandatos municipales, digamos que de 3 lustros, los tiene cualquiera.