martes, 19 de septiembre de 2017

Jugando a la ruleta rusa

No se le puede negar al Ayuntamiento de Aranjuez y a Cristina Moreno su gran experiencia en la adhesión a los planes de ajuste. La entonces concejala de Hacienda, economista de formación,  preparó el primero de los grandes, el fetén, aquél que inauguró la cadena de asistencias económicas ministeriales que sufrimos hoy y que fue dando tumbos de la mano de varios alcaldes hasta retornar a su primera autora, hoy alcaldesa de Aranjuez, en un contexto definitivamente peor al de la primera intervención del Ministerio de Hacienda. Lo que viene a ser el “Bota y rebota y en tu cara explota” de la cancioncilla infantil.

Los auditores de la Cámara de Cuentas de Madrid en un informe de 2012 y en un capitulo dedicado íntegramente al ajuste municipal señalaron sus fracasos rotundos. Su incapacidad para enmendar el rumbo institucional hacia la quiebral. Sobre el papel parecían perfectos, tal y como el desarrollado en la actualidad por Cristina Moreno y sus coligados en el gobierno. Pero señalaron varios detalles no reseñados: Existía un engorde artificial de los ingresos y una disminución no menos artificial de los gastos. Carecía de medidas de contención alguna y era “una muestra de audacia en las previsiones con una incorrecta elaboración del Plan”



Como el actual que regirá los servicios públicos de los próximos 20 años, por poner un límite temporal a esta miseria que solo se transformará en penuria después de ese tiempo, las desviaciones fueron terribles; incompatibles con un recto proceder profesional de los técnicos elaboradores y de los representantes públicos que lo encargaron o dieron el visto bueno. En impuestos directos, indirectos, tasas, (que ya habían sufrido un incremento del 10 %), lo recaudado descendió hasta un 80 % sobre las previsiones. Los ingresos patrimoniales, (específicamente los procedentes de SAVIA) no alcanzaron el 50 % de lo inicial. Volvió a implantarse la Tasa de Basura y los gastos financieros subieron hasta el 487 % en tan solo 6 años. Aumentó el período de morosidad junto al impago de servicios básicos y los remanentes de Tesorería llegaron a los 24 millones de € negativos ¿Les es familiar el panorama?



Aquellas circunstancias y sus soluciones vuelven a repetirse en la actualidad. Cristina Moreno ha repetido incluso las mismas palabras que entonces a los medios de comunicación: “Esperamos que todas estas medidas surtan efecto y que el Ayuntamiento esté saneado en breve". Pero no nos engañemos. No cabe posibilidad alguna de que el empleo de las mismas técnicas de ingeniería financiera y opacidad  produzcan resultados distintos después de 2019, fecha en la que regirán las proyecciones presupuestarias del Plan de Ajuste 2016 de manera plena. La jodida economía es así. 2 y 2 son siempre 4. Llegado ese momento, alguien distinto de los gestores actuales, que no tendrán responsabilidad alguna para entonces, deberá apretar el gatillo de esta ruleta rusa económica que Cristina Moreno y sus coligados están cargando de manera tan meticulosa. Pero el impacto lo sufrirá el empleo público, los servicios municipales y, por extensión, las familias de Aranjuez. Buena suerte.

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