Aranjuez Ahora sopesa la integración en el gobierno local del PSOE. Nació como nueva forma de hacer política pero su camino la lleva a diluirse en la política al uso y transformarse en la marca blanca de Cristina Moreno. La alcaldesa tiene en el horizonte el trasvase de los 4.000 electores ajenos a su granero y la apropiación del marchamo de una legitimidad de izquierda nacida en la oposición frontal a su oferta y contra su conexión con administraciones de legalidad económica discutida y opacas en el empleo de los recursos públicos.
Es un paso arriesgado el que puede dar Aranjuez Ahora y que producirá la desafección radical de sus votantes así como la búsqueda alocada de cobertura e identidad política de sus cargos públicos. Después surgiría el condicionamiento de su acción política a otras lealtades y, en un recorrido lógico y último, cada uno de los concejales de Aranjuez Ahora deberían plantearse su integración en el PSOE. Decisión de elevado coste en términos personales cuando se hizo bandera de la regeneración institucional y de "la oposición al bipartidismo saqueador del PP-PSOE" .
La colaboración con el gobierno local actual, -como lo sería la colaboración con un gobierno del PP- prestaría su amparo a una administración dudosa y sombría. Sus antecedentes: un alcalde inhabilitado por el Tribunal Supremo, el primero de la ciudad en esta etapa constitucional y otro más condenado a devolver una abultada cantidad económica por el Tribunal de Cuentas y también el primero en la lista local por estos asuntos. Pero hay más.
Ambos partidos adjudicaron desarrollos urbanos a empresas tapaderas domiciliadas en paraísos fiscales europeos con graves perjuicios posteriores para las arcas públicas en actuaciones similares seguidas por sus sucesoras. Asignaron obras públicas a empresas de dos organizaciones criminales de empresas favorecidas y amparadas por el Partido Popular en el ámbito estatal, despreciando leyes y procedimientos legales; descapitalizaron la empresa municipal SAVIA conociendo que las leyes societarias podrían doblarse y hacer que los recursos públicos municipales enfrentaran esta riada de perdidas en beneficio de terceros. Sin estudios o conocimientos previos o gracias a ello precisamente, realizaron actuaciones urbanas convertidas luego en gigantescos agujeros de hormigón en el subsuelo sin utilidad alguna, salvo la de ejercer de túmulos funerarios de los recursos públicos malgastados sin objeto. Debe añadirse la riada constante de resoluciones judiciales condenatorias contra la Institución y el pago de cantidades astronómicas de dinero de las que nadie puede precisar cuando llegará el punto final.
¿ Hay alguna razón que induzca a pensar que Aranjuez Ahora pudiera desvincularse de este pasado sin romper ningún acuerdo de gobierno hipotético contraido?. La función no podría discurrir de otra forma dado como se ha dispuesto el escenario y tendrá que tejer su colaboración futura con esos mimbres. No podrá aducir ignorancia si desde otras instancias se exigen responsabilidades conjuntas por lo civil o por lo militar. Pero cabe otra alternativa mas coherente con su bagaje político.
Puede buscar las responsabilidades personales, administrativas, políticas y penales que se han confabulado para llegar a esta situación sin contraer compromiso alguno con una administración desleal con el ciudadano. Puede elegir finalizar con la impunidad administrativa de ambas formaciones recabando el auxilio de otras jurisdicciones. Pero tendrá que ser en solitario, sin debes, contrapartidas, avanzadillas ni descubiertas. Al fin y al cabo, sus electores no les eligieron para ser los mejores gestores del mundo.
Contarán con la oposición de Cristina Moreno y su gobierno que ha dificultado la Comisión Municipal de Investigación todo lo que podido volviéndola inoperante y deberán torcerla el brazo. Pero no es una sorpresa o ¿sí lo ha sido para alguien?. Hace tiempo que la alcaldesa anunció su intención de no mirar atrás, -y a mucha honra le faltó decir-. Quizás ya sabía que el retrovisor de la responsabilidad le devolvería siluetas familiares provocadoras de este descenso sin retorno a los infiernos económicos. Habrá oposición, claro. Habrá amaño bipartidista, claro. Pero al menos, mostrará que el deseo de Aranjuez Ahora para recuperar una administración honesta y al servicio de los ciudadanos no era solo un marca blanca más; ni que su destino fuese ser arrinconado en el lugar más oscuro y oculto de la estantería electoral.
El retrovisor, que no es nada más que un espejo, devuelve la imagen de quien se mira. Imagen algo más que familiar diría yo.
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