lunes, 27 de julio de 2015

Aranjuez no es un nombre griego

Aranjuez no es ninguna ciudad de Grecia aunque guarde muchas similitudes. Su angustiosa situación económica le obliga a pedir socorro al Ministerio de Hacienda. Una semejanza motivada en el escenario de riesgo financiero que vive su ayuntamiento y su deuda bancaria  de 76 millones de euros. Esta cantidad duplica el último presupuesto anual con el que es impensable atender  estos pagos. No es una ciudad griega pero el hecho de que los gobiernos locales del Partido Socialista y el Partido Popular hayan cuadruplicado este pasivo en los últimos años establece un paralelismo que infunde miedo.

Como algunas ciudades griegas, el Ayuntamiento de Aranjuez recibirá el auxilio crediticio del Ministerio de Hacienda tras que lo apruebe el Pleno Municipal pero es una ayuda irreal. La deuda permanece aunque el prestario sea otro y los vecinos seguirán adeudándola a más largo plazo. El Instituto de Crédito proporcionará los fondos, el Ministerio atenderá los pagos a las entidades bancarias y el Ayuntamiento ejercerá de convidado de piedra. Más o menos como la última asistencia europea a Grecia, salvando el tamaño de la deuda.

Esto no es gratis. Con la deuda aumentando y los intereses corriendo sobre la espalda del vecino, el total llegará a ser más inasumible de los que es ya si no aumentan los ingresos municipales. Este es el punto de partida. Cada uno de nosotros: hombres y mujeres, viejos, y jóvenes, niños, infantes, clérigos, jubilados y militares sin graduación debe 1.280 euros por cabeza a los bancos que han financiado el saqueo municipal. Estamos en el puesto número 11 de las poblaciones madrileñas con mayor deuda viva del ranking de 171 municipios de la región.

No es una estadística. Es un dinero real extraído de los recursos de los ciudadanos e invertido en agujeros y hormigón armado sin utilidad pública, contratado de aquella manera, -¿Recuerdan Waiter Music, Cofely, Púnica o Gürtell?- y con consecuencias directas sobre la vida de los vecinos. No será “un crédito concedido en condiciones muy ventajosas” según la bufonada del inefable Guindos que se refería al rescate europeo a la banca española, sino una hipoteca general para todos los vecinos. 

Las consecuencias son de todo orden, principalmente en cuanto a obligaciones fiscales. El gobierno deberá recortar un mínimo de un 5 % en el Capítulo 1 y 2 del Presupuesto Municipal, financiar el coste de los servicios municipales en un 75%  del total mediante tasas y precios públicos, no podrá suprimir ningún tributo e incrementará en un 25% el Impuesto de  Bienes Inmuebles y el de Tracción Mecánica en una cantidad similar . Y sería el segundo plan de ajuste al que ya se ha enfrentado el Ayuntamiento de Aranjuez sin ninguna mejoría.

Tambien supone la desaparición práctica de las competencias municipales, excluida la de aumentar la presión fiscal sobre el vecino, el auténtico regalo envenenado del préstamo, recortar los niveles de prestación de los servicios y hacer desaparecer aquellos que no logren los niveles mínimos de financiaciòn. No van a venir los hombres de gris, según otra bufonada sangrienta del no menos bufón Ministro Montoro, pero los controladores internos municipales estarán obligados a supervisar el cumplimiento del plan de ajuste subsiguiente a la concesión del crédito; el Ayuntamiento podrá estar dirigido por una Comisiòn de Control del Ministerio de Hacienda  y la Intervención General del Estado podrá adoptar medidas preventivas en el caso de que la institución Municipal no logre ver la luz a la salida del túnel. Desde luego que Aranjuez no es una ciudad griega pero ¿no se le parece muchísimo?.

2 comentarios:

  1. Jorge, eres tan tonto que un gradito más y ya vivirías de subvenciones.

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  2. Tú si que eres tonto, Anónimo, y malo.

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