miércoles, 15 de agosto de 2018

Deuda municipal: un peso muerto para Aranjuez


La deuda municipal de Aranjuez a los bancos continua su marcha ascendente e imparable. El Ministerio de Hacienda la ha cifrado en 90 millones de euros para 2017. Se ha  incrementado en 13 millones de euros desde 2012 aunque no hace tanto que se discutía si alcanzaba 45 o eran 51 millones exactos. Sea cual sea la cifra final, lo relevante es que por ahora, cada  ciudadano debe 1.698 euros a las entidades bancarias que prestan al Ayuntamiento de Aranjuez. No es un apunte contable. Se debe realmente y tiene consecuencias en las vidas de todos.


Con todo, es una estimación a la baja. El ministerio trabaja con las cifras que facilita el Ayuntamiento de la ciudad aunque las cuentas de este no son fiables. Es el diagnóstico de la Cámara de Cuentas de Madrid formulado en dos auditorias consecutivas. En esas cifras que se manejan no aparece lo no contabilizado o asumido, lo realizado parcialmente o lo que permanece oculto en partidas opacas, una especie de cloaca de gastos no aprobados o para los que no existe una partida presupuestaria. En el suma y sigue de la deuda bancaria a diversos plazos hay que anotar los créditos impagados de la sociedad anónima SAVIA (Sociedad de Suelo y Vivienda de Aranjuez), cercanos a los 30 millones de euros, así como las pérdidas sufridas por sus activos económicos o por sus sobrevaloraciones; superiores en un 30 por ciento a su valor de mercado que tampoco se contemplan en los indicadores ministeriales.

El peso de la deuda viva ha sido determinante para el deterioro de los servicios públicos que sufre la ciudad. Los ahoga, restringe e introduce en una espiral de decadencia. Cada mes, el saldo deudor exige mayores recursos públicos. Se detraen del mantenimiento de los servicios ciudadanos y se llega a un momento crítico: ese en el que el Ayuntamiento cambia su papel de prestar servicios para convertirse en instrumento de facto del trasvase de las rentas públicas a las corporaciones bancarias acreedoras.

El efecto siguiente es la inveracidad contable municipal y su opacidad.Tiene un amplio catálogo de medidas: se engordan las partidas opacas de facturas no aprobadas o no contablizadas; se sobrevaloran los ingresos para saltarse los límites de endeudamiento o no se ejecutan los gastos previstos. No es nada nuevo. Se llama ingeniería financiera y su objeto es aplazar la deuda municipal unas décadas al futuro. Pero tiene resultados fatales al incrementar los intereses de demora, los gastos de refinanciación o exigir nuevos créditos bancarios mas onerosos. Como estas operaciones se realizan desde varios años atrás e impulsadas por los sucesivos gobiernos del Partido Popular y el Partido Socialista  no es de extrañar que el déficit estructural provocado en Aranjuez alcance ya los 3 millones de euros y subiendo.

Las empresas proveedoras tampoco están a salvo. La morosidad municipal en este semestre de 2018 es de 512 días. Ninguna puede albergar pretensiones de cobro antes de transcurridos 17 meses. Pero es que en 2017 era de 426 días y en 2016 era de 344. No hay iniciativa comercial que aguante esa demora creciente en sus cobros que sobrepasa los limites legales de 30 días para el pago en el sector público. ¿Cómo lo hacen? Pues acudiendo a los bancos adheridos a los Planes de Pago a Proveedores para refinanciar la deuda con intereses subvencionados en el mejor de los casos. Recurriendo, en el peor escenario,   a la tarifa vigente de entre un 23 a un 28 % del coste o explorar otra vía sencilla y muy de compadres:aumentar el precio de sus suministros, - ya sea una libra de clavos o un formón-, en un porcentaje igual o superior. Ya saben: es el Mercado amigo.  

Aunque los auténticos paganos del desbarre económico de Aranjuez, de la bancarrota municipal real, son las familias. Aportan 1698 euros anuales por cabeza al pago de la deuda que detraen de su esfuerzo en la creación de riqueza local. Financian el Capítulo de Ingresos de los presupuestos municipales con 445 euros al año por pago de impuestos directos, indirectos, tasas y precios públicos, Contribuyen obligadamente con unos 400 euros año vía  cuota de IRPF. Parte de esa recaudación vuelve a la Institución Municipal mediante transferencias corrientes y es engullida por el pago de la deuda.

Cada ciudadano de Aranjuez genera 14.000 euros anuales de riqueza. Lo dicen los indicadores de PIB que elabora la Comunidad de Madrid. Somos su furgón de cola. Y pese a ello o por eso mismo, la deuda viva absorbe el 13 %  del PIB local. Con las exacciones tributarias de la Comunidad Autónoma y la Agencia Tributaria estatal gravitando sobre sus cabezas, los recursos familiares se encuentran seriamente comprometidos, tanto como su función de alimentar el ciclo comercial del consumo local.

Todo este revoltijo inicial crece desordenadamente sin control y crea una madeja de causas y efectos imposible de desenredar. Con ella crece la deuda viva municipal. Cada nuevo indicador publicado es un paso de tuerca más sobre la corresponsabilidad de las formaciones políticas y los gobiernos locales que tratan de salvar mediante proyectos futuros delirantes e injustificados. No es nada alentador. Menos aún cuando se enfrenta con patochadas literarias, - auténticas Fake News- , con las que el gobierno local trata de quitar hierro a la realidad. Pero ésta es invulnerable a los adverbios cualesquiera sea su naturaleza. El resultado de la expresión arítmetica -5+2 es siempre, siempre, siempre -3. No hay color de escritura, tipo, grafito o adverbio que lo cambie.

Fuentes
Instituto de Estadistica de la Comunidad de Madrid
Ministerio de Hacienda
Cámara de Cuentas
Ayuntamiento de Aranjuez






1 comentario:

  1. Se puede decir más alto, más claro no es posible. Gracias por el artículo.

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