miércoles, 16 de noviembre de 2011

El enérgumeno de turno

El mandamás de turno cierra el grifo de la tolerancia y se erige en guardián de la libertad de expresión cuando una fotografía corre el riesgo de convertirse en un artículo de fondo. Es lo que tienen los mandamases. Se representan como garantes democráticos en las formas,  pero circulan ayatolaes, torquemadas o energúmenos idiotas y fanatizados por sus bajos fondos que te arman una noche de los cristales rotos por un quítame allá esa crítica o imagen en blanco y negro o technicolor. En fin. Es lo que tiene la democracia, que si quieres llamar autoritario amoral a uno que lo es y lo exhibe sin pudor, puedes hacerlo.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario