Aquel anuncio comercial preguntaba ¿Y si el lujo fuese el espacio? Despertaba
la sensación mezquina de faltarte algo vital. Al instante, matarías por un salón del tamaño
del Kalahari o un coche versión Magnum de luxe. El muy canalla cumplía su
objeto con una eficiencia limpia y económica.
Ese modo Pavlov-publicitario-on reporta beneficios
premeditados. Provoca fuertes deseos en consumidores desprevenidos. Esconde
realidades que deben estar ocultas pareciendo difundirlas. Idealiza situaciones vergonzosas con metáforas
falsas o predicciones distópicas o como en este caso del próximo debate plantea si
hay espacio para la izquierda en Aranjuez teniendo a mano datos electorales. Esta pregunta tan obvia tiene mucho de táctica para condicionar una contestación
concreta a una interrogante distinta.Tiene mucho de treta pauloviana.
Es una reedición de una táctica antigua del PSM a la que recurre cuando su diferencia
electoral con el PP es ínfima tras el fin de las mayorías absolutas lo que puede afirmarse también de su aliado en el bipartidismo. Lo que se
busca es explorar proclividades y aparentar que la decisión radica en el otro
actor. El gran argumento básico es: ¡la derecha puede volver. Fundemos una gran
mayoría de izquierda para luchar contra el conservadurismo!
Es el planeamiento, nudo y desenlace del asunto. Juegos dentro del juego, estratagemas
dentro de la estratagema. Como las tácticas narrativas de Frank Herbet en su
cosmogonía de Dune, rinden extraordinarios resultados en el cine, en el
comercio, el marketing y en la representación política.
Pero no hay mucha predisposición en otros actores a secundar el ‘Apocalipsis
según el PSM’. No comparten su relato caudillesco tan apartado de la realidad
política, de los servicios públicos, del funcionamiento anómalo e irregular de
la Administración Pública y que, además, amenaza con arrasarles hasta los
cimientos en caso de fracaso.
No aceptan tampoco la afirmación implícita de “Todo a la izquierda del PP es
La Izquierda y puede unirse al
zafarrancho”. Piensan más en publicitar sus diferencias, en dar respuesta a las
circunstancias sociales de las que nacen
y corregir según qué comportamientos institucionales sean necesarios. Sostienen
que la izquierda se define no por su proximidad o lejanía en el mapa mental y
solo en función de las respuestas a los problemas
de todo tipo que sufre Aranjuez.
No hay signo de en qué quedará este asunto. Pero se les ve, a unos más, a otros
menos, afirmándole al PSM y en línea con el antiguo juramento a Cortes: “Nosotros
que somos igual que vosotros y juntos mucho más que vosotros”.