jueves, 11 de octubre de 2012

Sin periodistas no hay periodismo.

Sin periodistas no hay periodismo es un comunicado de la Federación de Asociación de la Prensa en defensa del periodismo

Si aseguramos que el periodismo atraviesa en España la peor crisis de su historia, nadie podrá decir que exageramos. Se nos podrá acusar de ser reiterativos porque desde la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) venimos denunciando este desastre, una y otra vez, en los últimos años. 





En esta denuncia constante, hemos sostenido y sostenemos, como eje de nuestra posición, que nuestro país pagará un alto precio si asiste al deterioro del sector periodístico sin tomar medidas que palien la situación. Dejar morir el periodismo es como dejar morir la democracia, porque los medios contribuyen a su sostenimiento promoviendo el debate cívico, el intercambio de ideas y actuando como contrapoder a fin de evitar los abusos.

En términos de empleo, el drama está cuantificado a través del Observatorio de la Crisis de la FAPE que, desde noviembre de 2008, viene registrando su impacto. Con los últimos ERE en editoras locales y en varios grupos nacionales líderes, como los de EFE y los anunciados en El País y Unidad Editorial, hemos superado los 8.000 empleos perdidos en el periodo de contabilización, lo que unido a los anteriores eleva a 10.000 el total de periodistas en paro.

Se podrá afirmar que hemos predicado en el desierto a la vista de lo que sigue ocurriendo en nuestro sector, que no es el único, por supuesto, que sufre la grave crisis que atenaza a nuestro país.

Pero nuestro sector, y pedimos disculpas por el atrevimiento, es un sector especial porque la demolición de sus cimientos afecta directamente a la libertad de información y de expresión, que constituye la base de todas las demás libertades y es el fundamento de la dignidad humana.

Sabemos lo que es un país sin medios independientes, sometidos a la censura diaria de sus informaciones, con periodistas encarcelados por ejercer la crítica del poder, despedidos por resistirse a las presiones e incluso asesinados por tratar de ser independientes. Lo estamos viviendo en varios países, algunos de ellos muy cercanos a nosotros por lazos históricos y culturales.

 Sabemos lo que significa contratar a periodistas sin remuneración o con un salario indigno. Sabemos lo que supone para la vitalidad de un país que su prensa vaya muriéndose poco a poco. Sabemos que todos estos factores negativos empobrecen la democracia y abren el paso a impulsos autoritarios, de los que los ciudadanos son las principales víctimas.

La precariedad laboral y salarial se extiende como una marea, colocando a los periodistas en una situación de indefensión ante las presiones, vengan de donde vengan. El papel de contrapoder de la prensa queda reducido a la mínima expresión.

En el enfoque de los editores, los periodistas dejan de ser unos profesionales a respetar para convertirse en números que pueden ser tachados en cualquier momento.

La expulsión de periodistas veteranos, con fuentes y con criterio, priva a los medios del necesario talento para ofrecer a los ciudadanos un periodismo de calidad. De nuevo, la sociedad es la gran perjudicada.

El panorama propicia que surjan agoreros que pronostican el fin del periodismo, que es casi como sostener que la democracia tiene los días contados. Porque ustedes, los representantes de los ciudadanos, saben bien que sin prensa libre y crítica con el poder, la salud de la democracia se resiente.

Pero en la FAPE no tenemos ninguna duda de que el periodismo sobrevivirá como elemento vital para el desarrollo de nuestra democracia y de nuestra sociedad en un clima de tolerancia y de convivencia pacífica.

Tampoco tenemos ninguna duda de que los periodistas seguiremos siendo necesarios para jerarquizar las noticias, confirmar su veracidad, contrastarlas y difundirlas bajo un paraguas ético y deontológico, como garantes que somos del derecho fundamental de los ciudadanos a recibir información libre y veraz.

Ante este panorama, los periodistas no nos estamos quedando quietos. Estamos plantando cara a la crisis promoviendo innovadores proyectos editoriales, pero en la FAPE creemos que esta respuesta solo profesional no es suficiente.

Las instituciones y los ciudadanos tienen que saber que su futuro democrático y solidario necesita unos medios de comunicación potentes e independientes, con periodistas que, con su credibilidad, aporten elementos que ayuden a la gente a formarse su propia opinión.

No hemos encontrado otra forma mejor de expresarlo que el eslogan de nuestra campaña en defensa de nuestro oficio: “Sin periodistas no hay periodismo. Sin periodismo, no hay democracia”.


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lunes, 8 de octubre de 2012

Castelao

Castelao llevaba la humanidad dentro y por eso nos dejó una impagable colección de dibujos y bocetos sobre el lobo malencarado y violento que el hombre lleva consigo. Este otro Castelao no sabe dibujar, ni falta que le hace, para mostrar la fiera que todo cacique desembucha a la mínima de cambio con la mayor economía posible del lenguaje .

Aquél Castelao dibujó el cuerpo tendido de un hombre y lo tituló a mano en uno de los márgenes ‘La última lección del maestro’ para enseñarnos una lección universal de ética humana. Este otro Castelao nos transmite el símbolo de lo más violento y perverso de una derecha rancia e inhumana que produce 'Jarrapellejos' con una frecuencia  intranquilizadora.

Entre aquel y este, hay un abismo de decencia y de años de civilización. No solo afirma su permisividad de violencia contra la mujer;  expresa, también, su convencimiento de que el ser humano es solo un simple instrumento de uso o de cambio.


Detrás de este Castelao feroz y su afirmación asesina, se esconde la honda convicción de que todo es tierra conquistada y la Ley solo una enumeración de reglas que  pueden romperse o torcerse al antojo. Este Castelao indecente, que incita a la violencia contra todo y contra todos o a la violación de las leyes, está hecho, como muchos otros, de la pasta de quienes someten a un país, con todos sus ciudadanos al completo, a la arbitrariedad y el saqueo. Afirman que la ley está para violentarla y luego, los muy cabrones, se fuman un puro.

domingo, 7 de octubre de 2012

Tu pueblo pasa hambre

Esperanza Claramunt, beca Leonardo en Malta, fue la joven que le espetó a Mariano Rajoy: "tu pueblo pasa hambre". Éste es el relato que ha publicado en Contarlo para vivir, su sitio personal

miércoles, 3 de octubre de 2012

¡Un respeto!

Pídele a la Audiencia Nacional que respete la libertad de reunión

Súmate a esta campaña para exigir a la Audiencia Nacional que respete los derechos de reunión en las actividades relacionadas con el 25-S. ¡Diles que la democracia no se secuestra!.