viernes, 23 de marzo de 2012

Sin mediar un previo aviso

Si una ley permite que una transnacional con beneficios cierre una factoría es muy paradójico que sus autores la califiquen de justa, necesaria, equilibrada y creadora de empleo. Y eso es lo que ha ocurrido. Ayer, la trasnacional Unilever, a través de su filial Unilever España ha cerrado su planta local de Aranjuez y despedido a 166 trabajadores directos sin mediar aviso previo, como en la letra del bolero de Machín. El grupo cerró todos los balances de años anteriores con beneficios.

Si una reforma laboral justa, equilibrada, necesaria y creadora de empleo,-dice Fátima Bañez- permite ese uso perverso de la contabilidad es que no es justa, no es equilibrada, no es necesaria y no crea empleo. Por el contrario, lo destruye de forma drástica, fácil y barata. Fátima Bañez  miente con descaro rufianesco. O no ha participado en la elaboración de la norma o desea ocultar su fin objetivo y real: crear una amplia oferta de mano de obra barata y rotativa para disminuir, aún más, los costes laborales, y aumentar los beneficios antes de impuestos. Incrementar la competitividad lo llaman.

Aún ayer, a últimas horas de la tarde, se negociaba la mezquindad, la miseria, la cuantía del punto final a una vida de trabajo contabilizada en días completos de indemnización. Pero las consecuencias irán advirtiéndose en los meses por venir. No se retira del circuito comercial a 250 familias sin coste alguno. Destracción del consumo, cierre de pequeños comercios, insuficiente demanda para emprendedores y nuevas incorporaciones al desempleo.  

Pero la consecuencia más inmediata es que, por fin, hemos encontrado la fecha exacta del retroceso en los derechos laborales. Se encuentran en el febrero de 1976, en los inicios de aquél conflicto protagonizado por esta misma factoría. Hemos recorrido un camino circular de 36 años para llegar, exactamente, al mismo sitio. Sería necesario ir viendo la posiblidad tomar algún atajo y dejar el miedo en los arcenes. 

jueves, 22 de marzo de 2012

Por que ellos lo valen

Los dos son abogados. Trabajan desde ayer para Telefónica y casi en el mismo departamento jurídico. Los dos son cónyuges de políticos. Uno es pareja de Soraya Ruiz de Santamaría. La otra lo es de Eduardo Madina. Listos estos de Telefónica que eligen sus letrados bajo la metodología del sistema rojo y negro, del par e impar. El mejor método para que siempre gane la banca.

Una amiga, a la que quiero mucho, lo llama el método del ‘Por que yo lo valgo’. En realidad, es lo de siempre, es la añazaga más simple de las utilizadas por estos pícaros, acogidos al más rancio y golfo patio de Monipodio que pueda imaginarse, que previenen etica cruda  para los demás y la liberalidad mas bondadosa y ligera con las conductas propias.
El País, que da la noticia hoy, rememora en ella un buen listado de políticos, altos cargos y cónyuges que encontraron refugio contra el frío exterior en esta operadora privada que un buen día fue pública.¡Malditos bastardos!. No se porque me acuerdo hoy de la pequeña pancarta que exhibía una joven en la mascletá inaugural de Valencia con esa sintética leyenda.Aunque no creo que deba pensar mucho para conocer el motivo.

viernes, 16 de marzo de 2012

No es un plan, es un planazo

Millar de millones arriba o abajo, la deuda local asciende a más de 17.000 millones de euros si la limpieza del cajón municipal de las facturas perdidas o la legalidad de las ingenierías contables puestas en juego es extrema. La cifra es, también, el  valor de las armas compradas en 2011; el gasto en el Programa de Inversiones en Infraestructuras Sostenibles o el total de los capitales fugados de España entre enero y marzo del año pasado.

Los ayuntamientos pondrán sus cuentas a cero pero todo puede volver a ocurrir. El plan es un planazo, un auténtico negocio para la banca pero no conlleva medidas de intervención más simples, menos costosas y más rápidas de las administraciones para impedir la repetición de los saqueos. Marbella tuvo su primera aparición pública en  1.999, después del primer encarcelamiento de Jesús Gil, delincuente convicto y confeso. Hubo sucesivos rebrotes pero hasta 2006 no se iniciaron las primeras investigaciones policiales. Todavía no está visto para sentencia.

Las reformas legislativas han incapacitado los mecanismos administrativos de control interno. La capacidad de los Secretarios Generales e Interventores en los Ayuntamientos ha disminuido con ellas y a estas alturas no  pueden obstaculizar ni impedir maniobras contables oscuras, las contrataciones injustas, los sobreprecios en los suministros, las recalificaciones urbanas innecesarias, las subvenciones ilegítimas y toda la cohorte de actos turbios y delictivos que acompañan a las Administraciones Locales de España país que comparte ranking corrupto con Botswana, Puerto Rico o Portugal.

Igual suerte han corrido los órganos externos de control como las Cámaras de Cuentas. Medios insuficientes y raquíticos no garantizan la legalidad del tráfico económico de 8.000 municipios, 41 diputaciones, y más de 4.000 empresas públicas locales. No es de extrañar que  la palabra diputado provincial, tal y cual lo era Balbás en Pontevedra o Carlos Fabra en Castellón, sea sinónimo de presunto implicado.

Lo que tenga que ser será. Pero existe el mismo número de posibilidades  de ayer para que abuelitos cariñosos sigan edificando aeropuertos inútiles, desarrollos urbanos vacíos o monumentos carísimos sin sentido. Váyase una cosa por la otra. Al cambio, tendremos un ejército de nietecitos felices.

viernes, 2 de marzo de 2012

Parados de larguísima duración

Medio millón de personas no volverán a trabajar. Son mayores de 50 años o más, ‘parados de larga duración’. Deberían llamarlos desempleados sin esperanza pero se ha acuñado ese eufemismo para no echar gasolina al fuego. En realidad, son el éxito absoluto del mercado que optimiza el beneficio con la adecuación de la oferta y la demanda. Son bienes económicos, puras mercancías, medio millón de personas de bajo coste y mínimos derechos en un marco de ciudadanos low-cost.

Medio millón de parados de larga duración abultan lo suyo. Uno de cada 10 desempleados con las cifras de febrero en la mano. Colocados uno al lado del otro, tocándose la punta de los dedos, forman una cadena que cubre 20 vueltas completas al Ecuador y sobrarán unos cuantos. Una tontería, lo se. A santo de qué se iban a colocar de manera voluntaria o por fuerza. Lo digo por qué mira que es difícil no reparar en una cadena humana de esa magnitud.  Podemos  atisbar las interioridades de cualquier galaxia con un detalle obstétrico pero nos pasan desapercibidas medio millón de personas de las que nadie habla. Algo extrañísimo.

Ya no serán un recurso baldío, ahí tumbados los lunes y días sucesivos de la semana al Sol. Fátima Bañez ha reparado en ellos y está decidida a emplearlos en trabajos de interés general, lo más parecido a una versión hispana de las cadenas de presos en La Leyenda del Indomable. La Ministra lo anunció como quién no quiere la cosa, afirmando que la legalidad ya lo permitía. Y es cierto, aunque lasusodicha legalidad no es reciente. Fue publicada en circunstancias económicas y sociales muy similares durante 1.982. Por no faltar, ni faltaba la sequía. Pertinaz y aguda sequía.

Se ha necesitado poco esfuerzo para lograr un prodigio legislativo que permanece en vigor 30 años sin cambiar una coma. Ha sido así en 1982, 1984, 1985 y 1994. Cuando Fátima Núñez eche mano de la norma será el segundo texto legal más longevo tras nuestra Constitución. Quizás tan ineficaz como los anteriores, -en todos estos años no es posible encontrar un simple balance oficial de sus resultados-, pero, al menos, va a lavar un buen montón de conciencias, acallará el griterío de Rousell, silenciara las evocaciones de Laponia, optimizará los excedentes empresariales y, lo más importante, mantendrá el temor social de los demás currelas con su condición ejemplarizante.  A eso vamos.